Pusimos la bomba qué
respondió el saboteador
cuando al implantar terror
le preguntaron por qué
yo jamás permitiré
la gloria de los cubanos
tengo su sangre en mis manos
y haré lo que deba hacer
por ver a Cuba caer
en el puño americano.
Cuando Fidel convocó
aquella triste mañana
en cada plaza cubana
el pueblo entero lloró
el enemigo tembló
cuando habló el líder cubano
aqui no vendrá un gusano
vende patria imperialista
porque Cuba socialista
no es para los americanos.