La semilla \"nos dice\"
Que todo lo que -se cosecha-
¡Antes!, debe ser sembrado
Menos el amor, éste, no tiene semilla
Estamos condenados a él
Cerca o lejos, tarde o temprano
Nos arrobe
Sin embargo, ¡el odio si!
No posee lo insondable ni el misterio
Ni lo numinoso del amor
Pero no se -siembra odio-
Sin antes ¡cosecharlo!
Y al revés del amor
Al cual no lo puedes negar
Rechazar o eludir
Por su origen incognoscible
Al odio -sí-
Nada -más propio- que el odio
Reflejo de la naturaleza
¡Por cosechar lo sembrado!