Se han ido las palabras de mis labios,
y ahora solo quedan las miradas.
La sonrisa de la imagen es perfecta,
y las lágrimas al sol no pesan nada.
El monótono vaivén de las hamacas,
pone en pausa a los ojos que nos miran,
y la gente que pasa a nuestro lado,
no imagina lo que pasa en nuestras vidas.
y de pronto el beso más hermoso,
nos sorprende al albor del mediodía,
y la escena que a nadie más le importa,
ha estallado nuestras venas de alegría.
No he tenido tesoro más preciado,
que tenerte entre mis brazos esos días.
Hoy te pido perdón por no entenderlo,
y creer que jamás te perdería.