Aunque le canto a la vida, yo también tengo tristezas.
Busco en el cielo respuestas, porque a veces no me entiendo.
Voy en soledad viviendo, y del desamor soy presa.
Y contemplo a las estrellas, que tililan y fulguran,
las nubes haciendo figuras, y la Luna entre ellas.
Fugaz se cae una estrella, rápido pido un deseo,
¡me asombro de mi deseo!
Va una lágrima rodando, porque aunque canto a la vida,
yo también tengo tristezas.
En las noches sin estrellas, donde la Luna ha menguado,
que ya no es de enamorados, ¿adónde se fue la Luna?
Veo un cocuyo que fulgura, como si fuera una estrella,
y otra lágrima aparece en esa noche sin Luna.
Siempre yo canto a la vida, pero no faltan tristezas.
Veo un avión que va en lo alto, se mueve entre las nubes, y va dejando su huella,
yo me pregunto si irá a encontrarse con la estrella,
que se ha quedado dormida o ¿ A otra galaxia se ha ido?
Mirando al firmamento con la Luna o sin ella,
busco y no encuentro respuestas,
las lágrimas van corriendo, por mi rostro añejado,
un suspiro me sorprende, se fue volando el cocuyo,
para olvidar las tristezas, sigo a la vida cantando.