El duende de primavera,
el intenso azul del cielo
y el misterio de la niebla
se citan en el subsuelo
(las entrañas de la sierra).
Tejen fino y con su velo
dan color al Urederra
(\"agua bonita.\" en Euskera)
En su mismo nacedero
han vestido al Urederra
con una capa, un velo
y la esencia de la sierra.
Al reflejarse tan bello
salta valiente a la tierra.
Corre y salta el Urederra
protegido por las hayas.
Se divierte, juguetea,
ríe y canta, no se calla.
El niño viene saltando
y divisa Amescoa Baja.
Luego sigue, caminando,
porque el valle le relaja.
Camina hacia el valle
y cuando se asoma
susurra al detalle
(usando su idioma)
lo que ve e intuye.
Ese pasacalles
del agua que fluye.
En su perspectiva
escribe su nombre
con letra cursiva
que no entiende el hombre.
En un recodo se abraza
con su primo hermano Uierra
que viene de Amescoa Alta
buceando entre la tierra
El Itxako se aproxima
con la fuerza del saber
y unas aguas cristalinas
que le ayudan a crecer...
Texto, fotos y video de Kapirutxo