Raiza N. Jiménez E.

ESTUVE UN RATO CONMIGO.

Estos momentos bastaron, para darme cuenta que Facundo Cabral tenía razón cuando dijo qué, no estábamos deprimidos que estábamos distraídos. Cuánta verdad encierra esa frase. Sentí que una voz inmensa me llamaba y, me fui a rescatar un poema, una canción, me paseé por mis experiencias y comencé a cantar, a evocar esos momentos en que nos reuníamos, sólo para entonar canciones, comentar sobre la belleza de las letras, los temas, los cantantes y, otras anécdotas que ocupaban nuestro tiempo.

Dos lágrimas brotaron incontenibles y las dejé rodar a su destino de extinción. Es que los recuerdos te remueven la vida, lo bello y lo triste. Pero, no me quedé allí, bendije haber tenido historias que recordar. Dibujé en mi mente, esos momentos en que, cancionero en mano, me mecía en una hamaca con mi hermana menor a entonar música llanera y tangos y, a llorar o reír, con algunas letras. Éramos niñas de la campiña, pocos lujos, pero muchos sueños y, sí, una madre cantora y bailadora de tangos y un padre de oficina que lo compensaba con deportes y encargarse de nuestras lecturas.

Pero, lo más grande que hoy atesoro, es que teníamos libertad para inventar, disfrazarnos y cantar con comprensión y metidas en la trama de la canción. Hoy, ella no canta, vivió sumida en su Alzheimer, ya no memorizaba y no le daba la voz. Triste, porque ya murió, y solo queda acordarme lo afortunada que he sido al poder recordar, gritar, cantar, pensar, escribir y, hasta protestar. ¡Qué fortuna! Doy gracias a Dios. Heme acá, evocando todo, ya que, hoy secuestré mi mente en los recuerdos e intento, nunca más separarme de esos motivos vitales, esenciales e inefables, heredados en la maternidad de esta tierra que nos vio nacer. Los venezolanos tenemos muchos motivos para sentirnos diferentes, orgullosos, privilegiados, vivos y agradecidos. También, mucho trabajo qué hacer, para contagiar a los que andan perdidos. Compartirles nuestras razones, para que no se detengan, para que reflexionen, para que entiendan que somos de esta tierra llena de tesoros, de bondades, de bellezas, de talentos y, qué nos toca, dar un paso al frente, dispuestos a luchar y a vivir para recuperar nuestro Hogar, nuestra tierra de Gracia.

Hoy, de repente, me dije todo esto: mientras trajinaba en mi espacio. Ya no recuerdo cuándo, pero entré acá con la idea de publicar algo, en este portal de libertad y creatividad. Estuve feliz porque podría ocuparme de mis intereses: la música, la poesía, la historia, el arte pictórico, el folklore, el tango, la ópera, el piano, la psicología y la sanación natural, etc. Así con la invalorable ayuda de los creadores de este espacio y de los hermosos seres que he ido conociendo, he podido mantener estos retos, y celebrar que aún sigue viva la poesía en este portal. A pesar de mi poco tiempo disponible, camino mirando al frente y buscando maneras de ayudarme y ayudar a otros..

Ahora bien,  porqué menciono todo esto, ¡Ah, recordé! Por lo afortunada que soy, al poder analizar, razonar, divagar, pensar, discutir, sentir y crear, sin deprimirme ante los serios retos y desgracias que me ocupa. Pero, más aún, por todos Ustedes, que me dejan un saludo, un comentario, una nota de aprobación o desaprobación. En fin, me dejan parte de su vida que nutre la mía. Amó todo lo que representa esa posibilidad de respirar, compartir desde la belleza y condiciones de respeto en todo lo que atañe al ser humano. Entre ello, el dolor y las ausencias de los que se van a la eternidad. Eso es vivir, esa es la vida. No sé si desmayaré pero, por ahora, me regocijo con la herencia, con los tesoros que nos dejaron esos qué, cómo nosotros ahora; vivieron, cantaron, inventaron, crearon, sufrieron, rieron, lloraron y se fueron dejándonos sus riquezas en herencia. Por todo eso, debo dar las Gracias a todos, los ausente y los presentes.

Estamos vivos, por y para algo, levantemos la frente y toquemos nuestro corazón, alguien espera un cariño, una atención, una mirada, una sonrisa, un consejo, una felicitación y, hasta una observación oportuna. Por ahora, esos son nuestros grandes tesoros y, por los cuales, debemos sentirnos afortunados y agradecidos.

*****

Nota de agradecimiento:

Al poeta :Emiliodom.

Don Emilio, un Señor que con la sencillez de su oportuno y grandioso verbo, me incentivó a mirar mi alma, convirtiéndome en una\"Mota de Polvo\", frágil, esfimera, sensible, mortal y humana. Pues, llegue hasta Don Emilio, mi respeto  y mi eterno cariño. Ud, Señor, con su arte que incentiva el buen vivir, logró conmover mi esencia más íntima y humana... Usted, Maestro, desde su sabiduría esencial, tal como: El Principio, nos dijo que:

\"Lo esencial es invisible a los ojos\"

A todos los poetas, dejo mi cariño y mi respeto por compartir sus obras de arte con esta mortal. He tenido más cercanías con algunos, ellos saben quiénes son y les agradezco su paciencia y su compartir.Todos son importantes y son rayos de luces y conciencias. 

*****

Nota de Reconocimiento y Agradecimiento.

Extiendo mi reconocimiento a los creadores y administradores de este espacio, ya que han colocado a disposición de todos nosotros un tesoro artístico y cultural, para que todos los buscadores de lo  Esencial encontremos un Hogar Cultural y de Arte. Mis cariños y respetos a todos.