Te prometí hacer una casita
donde viviéramos los dos, pero
tú ambición, no dejaste que te
amara como lo manda Dios.
Hoy andas trasnochando en bares,
buscando quien puede caer para
que pueda llevar un pan a tu boca;
que pena me da, yo en tí no creo
porque, tú mismo buscaste esa
forma de vivir , yo construí una
modesta casita don vivo felíz,
tú llanto no lo quiero porque me
hiciera infeliz; sigue con tu vida
si eso te hace feliz.