No esperes más por mí, mira que se deshojaron las últimas páginas de nuestro otoño, el viento helado ha comenzado a congelar las raíces de los árboles y aún no estoy contigo.
Levanta el ancla de tu barco y zarpa sin mí, mira que aún estoy encallada en las arenas del pasado, atada con los lazos de la vida, inmóvil, asida a mis miedos cotidianos.
Eleva el vuelo sin mirar atrás, ya no esperes más por mí, mira que se empiezan a marcar los años en tu rostro y la nieve va dejando destellos en tu pelo, se te escapa la vida mientras vives esperando...entre lágrimas y ansiedad tu sigues estático, espectante de sueños imposibles y ha llegado diciembre una vez más.