No te deprimas si el cielo
amaga con tempestad,
si los truenos te ensordecen
y el rayo enciende tu faz,
si la ventisca te arrastra
como una hoja al azar
y los años te arrebatan
sueños, recuerdos y paz.
Todo lo que llega, pasa,
tras el invierno, vendrá
una nueva primavera,
las flores renacerán
y en tu ventana las aves
vendrán de nuevo a cantar,
a perfumar tu mañana
y arrullar tu despertar.
Que no hay final sin principio
ni principio sin final;
alfa y omega se abrazan
en el ciclo universal
donde la vida y la muerte
bailan un tango ancestral
sin bandoneón ni orquesta,
tan apretado y sensual
que el péndulo se detiene
por ver su danza inmortal
mientras Eros se despierta
y Chronos dormita ya
enredado entre las cuerdas
que teje la eternidad.
Solo el amor sobrevive
al tiempo y la adversidad;
con voluntad y trabajo,
con honradez y verdad
te irás abriendo camino
en esta jungla mortal
donde gobiernan los miedos
donde no existe la paz,
donde todo tiene un precio
si estás dispuesto a pagar,
pero el dinero no puede
comprar la felicidad
la lealtad, la sonrisa,
ni el amor ni la amistad.