Cae la lluvia
en los tejados,
las gotas adormecen
la soberbia,
algunos rencores...
se esconden tras la niebla,
y la miseria colorea...
sus verdades.
Cae la lluvia...
igualando vanidades,
igual protege el paraguas
... importado,
que aquel que se tomó
... prestado;
igual se moja la piel
del acaudalado,
que la de quien le tocó
... del otro lado.
Cae la lluvia
en los tejados
de la casa del humilde
o la mansión del poderoso.
Es una sinfonía
sin partitura...
de canción de cuna
o de tortura,
y nos lleva al ayer
... sin darnos cuenta,
¡a veces... adormece!,
¡a veces... nos despierta!
xE.C.