Estaba claro cuando es tu enemigo
que acecha y querer matar
a tu pueblo.Pero he aquí,usar
la Belleza como arma y testigo.
La belleza de mujer un signo
de Dios que Judith bien utiliza.
Al escote de Holofernes buena paliza
la judía le da al infiel maligno.
¿Quién dijo que la Beldad no es Poder?
Como a Sansón,suya virtud del cabello,
al sexo débil cayó sin querer.
A Holofernes Judith dejó su sello
y Dios la ayudó con sumo placer:
la hermosura su firma al cuello.