Pintor del cielo
que hiciste del azul
tu preferido.
Quiero ese cuadro,
tenerlo en mi retina
y corazón.
Quiero ese tono
pintado por tus manos
sobre los mares.
En él quedaron
jirones entre nubes
de azul celeste.
Parecen besos,
algunos, escapados,
en su desorden.
Porque tras ellos
se esconden unos labios
maravillosos.
Dedos y labios,
sinceros, del artista,
que vive en ti.
Pintor de brocha
que usaste los pinceles
con fina magia.
Me enamoraste
del cielo y de tus dedos
y aquí me tienes.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/21