Mirada cautiva.
En el amanecer de tus lagrimas
hacen falta ríos de caricias.
Tu tristeza duele,
como duele el pasear ausente,
como el deseo del brillo en la oscuridad
y la necesidad de libertad en cada gota que derramas.
Tu emoción es el invierno de los sentimientos,
pesa caminar contra corriente,
pesa no poder volar.