Y se reduce el día, la noche larga
y oscura penetra en mi almohada,
mas emerge en la mañana ya fría y,
escampa entre la maraña hojarasca
Progresa la transformación y se aleja
la hiriente luz veraniega y sume,
poco a poco entre las frías noches
y entre cálidos atardeceres, acarician
Aparece el sinfónico contraste,
la melodía de colores pardo, café,
castaño, canela, verde y dorado ocre
marchitas las hojas al viento, fugaces
Otoño experto obrador de amores,
maestro seductor estimulante y carnal,
su antítesis estimula, vivifica la libido
se enriquece en pigmentos de caricias
Vuelan hojas cual sentimientos
que sobre el suelo acolchado reposan
emociones amorosas, pasiones volátiles
besos blandos entre rosados labios
Amor desnudo emula al árbol,
extiende sus ramas de deseos
despeja sus hojas de recuerdos
quema el bosque, abrasa el amor
Ya en el sendero puro y yermo,
los enamorados prometen vida,
la hoja seca roza una eterna y férvida
promesa, y miente de hojas de otoño
Sus ojos reflejan la luz en sus pupilas
la emoción disocia las lágrimas,
recorren los cuerpos y desnudan el
rubor excitante de sus músculos tensos
Y llora sobre las deshidratadas hojas
en diamantinas gotas de rocío
las excusas de los hermosos amantes
ante el violeta horizonte de melancolía
El hálito del cierzo descolora la bella
imagen de seductores enamorados,
y el sol, vuelve a su cueva oscura,
otoño presagia, ¡el silencio del invierno!