Su canción raída y nunca terminada
en un amanecer de cuerdas arrastrado,
porque no siendo infecto tu llamada
inyectadas de sangre fue sólo callado.
Himno a Satán de un son perdido
es desear ser piel roja como asesino
en las calles hecho de alcohol leído
con tus poemas beber a tus ojos de vino.
Del intento suicidio a la promesa
de la soga una lágrima seca en la vida
de un demente ficticio sin sorpresa.
Levantar copa en callejón sin salida,
la locura no es una opción burguesa:
Panero no estaba loco ni su mente herida.