DESATENDIDA EN TI
Mi cabeza desatendida en tu pecho,
con el pensamiento extraviado en ti,
sobre tu piel y mi boca, dibujando
con mis labios un poema.
Tu mirada codiciosa acaricia mi cuerpo,
haciéndome más frágil que nunca,
si necesitar palabras oigo “Te quiero”
tus manos de satén sé de liza insaciable.
Mi mirada descubre el sortilegio,
de la imagen del amor henchido,
gamas palabras dijeron tanto sobre la pasión
y gamas tanta eternidad vivida en un instante.
Te vas, yo quedo extendida de tus aromas,
con el sentir repleto de sensualidades,
la esperanza de tu vuelta sin prórroga,
el tiempo hueco y el corazón reducido.
Carmen Arjona