Nadie lo sabe,
nadie lo ve ni lo siente,
nadie se gira a mirarte,
cuando por la calle pasas
y sin embargo
eres mi reina,
desnuda de alardes.
Enciendes mis noches,
apagas mis tardes,
alborotas mis mañanas,
y a mi basta mirarte,
saber que existes,
que estas, que respiras
para ser feliz y amarte.
Nadie lo sabe,
pero lo encierras todo
en tu mirada,
en tus dos manos de seda
en tus labios de rosa
y en tu sonrisa de sin alas,
que hace volar suspiros,
y despierta el viento,
que acude a ti para acariciarte,
alzar tus faldas y despeinarte,
nadie lo sabe,
pero si el mar canta,
es para mecerte en tus olas
y adormentarte.