Quizás falten mis palabras,
o tal vez mis acciones son las
que callan, soy como un árbol que no se queja, pero de sus sombras muchos se adueñan,
solo me disfrazo como aquel payaso que entusiasmado abrió sus brazos, regalando su tiempo y espacio, haciendo de lo conjugado lo aclamado, por las acciones que hacemos a diario.
Miro el calendario y el tiempo ha pasado, Tengamos compasión que este mundo puede ser mejor..
HC.