Por la balconada de su escote
dos lunas blancas asoman.
Sería un agravio a mi hombría
no entregarle mi boca en gozosa
serenata
Labios y lengua canción tras canción
entonaron a las lunas agradecidas
Mientras el resto del cuerpo ni una nota
perdían
- Mis lunas son osadas más el resto de mi
es muy recatado
No temas mi agraciada Dama que lo que
sucedió mas allá del balcón guardaré con
sagrada discreción
#PoetaUrbano