Cuándo llegarás, inspiración,
dime el rastro que una vez me dejaste,
llévame a tus jardines encantados,
de mucho sosiego y más malestares.
Permíteme al menos, seguirte,
acapararme bajo tus sombras,
del incesante luz tan mundano,
que abrasa y lastima el arte,
cuanto más alza el vuelo,
para conseguir alcanzarte.