Josefina Barreto

NADA

Nada, ya no queda nada,

todo se ha precipitado

por el pozo sin fondo que dejó tu mirada.

Nada, ni una mínima llama,

ni siquiera el vacío donde se esconden las palabras.

He volcado los cajones,

he revuelto mis entrañas

y los últimos rincones que cargaban mis espaldas.

 

Sólo hay sombras amargas

Un silencio roto, una hoja sin rama

Un horizonte hueco, un esquivo fantasma.

Algún beso enterrado

tras aquellas infamias.

Nada, ya no encuentro nada.

Y es que ya nada busco;

Se murió la crisálida,

jamás la mariposa dejó crecer sus alas.

 

Se ha secado la fuente

del perdón, de la calma;

no hay deber incumplido

Ya no siento ni lástima.

Y no culpo al destino, ni al amor ni a las hadas

ni a las tardes perdidas

o a miradas extrañas.

 

¿Alguien puede explicarlo? ¡Si juré que le amaba!

Con los dedos cruzados

no traiciono mi causa,

no hay perjurio ni engaño

si al final he aceptado

que ya no queda nada…