Repaso las reminiscencias,
Añorando, tan solo un puñado…
…Un puñado de tu perfume.
Impregnado…
Con el divino eco, de tu risa ladina.
Embeber, de tu maliciosa, risita coqueta.
Abrigarme, en tu arca bendita.
Divina almohada, de nobles sentimientos.
Si al menos, mi Dios me iluminara,
Para escribirte, tan solo, unos versos.
Te diría;
Que mi memoria, te menciona, todos los días.
Mi mente inmune, a lluvias y tempestades,
Repasa, cada momento de encanto.
En mi vista, fuiste grabada,
Mis oídos, abrigan tus besos,
Embelesados, atienden tu voz.
No puedo decir lo mismo…
De mi impaciente cuerpo,
Que diariamente, me conmueve…
Reclamándote.
Te solicita, apelando al viento.
Que no lo escucha.
No me digas, que estamos juntos…
Estando separados…
Vuelve…