Sería mi fin decirte
que te quiero,
porque quizás
el viento,
salga sediento
y el mar recorra
sin aliento;
los laberintos
de tu marfil sereno.
Aunque ande,
presa en tus recuerdos
siempre mi prisión
mitigará los estragos
de ti, para escapar
a un mundo de carmesí.
Será mi fin decirte
que te quiero,
porque tal vez
el tiempo sea
un simple soneto...