Voy leyendo los poemas, reflejos de cada alma,
y yo medito con calma porque tengo mi problema.
Y reviso mis escritos, los que ya están publicados, los que aún quedan guardados y hasta aquellos que no he escrito.
Asuntos diversos he visto, y mientras más analizo, este tema es mi premisa, llora siempre el corazón.
Cuando a mi madre perdí, un nudo retuvo un grito y el manantial de mis ojos seco estuvo ¡oh, mi Dios!
La vestí cuando partió con su ropa preferida, realicé su despedida sin que lágrimas brotaran, y aunque mi voz se quebrara solo el corazón lloró.
Cuando mi hijo partió por estudios y por amores, aunque fuerte los dolores al verlo decir adiós, todo mi cuerpo tembló, solo lloró el corazón, mi sonrisa es lo que él vio.
Busqué amores perdidos que robaran mi razón, que llorara el corazón, pero no lo he conseguido.
Por eso, a ud l@ admiro que escribe al desamor y describe su dolor entre penas y nostalgias, a veces leo plegarias a que regrese el amor.
Ahí radica mi dilema transitando mi camino, aunque he amado, adivino que me ha faltado la entrega, por lo menos, al sufrimiento.
No soy insensible, ¡siento! lloro a veces de emoción, si escucho una canción, cuando leo una novela, un nostálgico poema, una frase que me hiere, pero es solo un resbalón.
Como el dolor no reflejo, ni yo me dejo abatir, ni me tiro a morir, aunque en lenguas mi \"pellejo\".
Este corazón, ya viejo, aún no ha aprendido a mentir. En él van mis sentimientos, él sí sabe de sufrir: llora entonces corazón.