Reencuentro eterno
Este amor que tenemos,
este amor que nos tiene,
nos envuelve con un manto sagrado,
un lazo infinito que de Dios proviene.
Nuestro amor esencial,
unión que perdura y supera a todo mal.
Que renace más fuerte de las cenizas,
tras un fuerte vendaval.
Este amor que es puro,
este amor tuyo y mío imposible de ocultar,
mantiene nuestras almas unidas
y nos enseña como amar.
Este amor que nunca buscamos,
este amor que nos encontró,
es tan fuerte, tan incontenible
que él mismo nos reencontró.
Reencuentro eterno,
acción de Dios,
que su mayor anhelo
es hacernos uno, a partir de dos.
Sentimiento infinito,
eterno, firme y divino;
eres nuestro maestro,
el guía de nuestro camino.
Y entonces caminamos juntos
por este hermoso sendero,
que nació en nuestras vidas,
para ser siempre lo primero.
Maravillosos son los frutos
que brotan de este gran amor,
que inspiran al mundo,
y lo hace mirar al interior.
El interior,
ese bello lugar olvidado por el mundo,
donde surge la verdad,
donde surge el amor profundo.
Entonces dejamos de ser uno
y ahora SOMOS,
somos luz para el mundo,
para el universo y para el cosmos.
Y este amor es perfecto,
aunque cada uno no lo seamos,
pero de Dios brota unción,
cuando vamos tomados de las manos.
Vamos pues por el mundo querido amor,
sin soltar nuestras almas,
inspirando corazones
y al amor trayendo calma.
Toma mi mano,
maravilloso ser,
y al universo enseñemos
como en el amor creer.
Energía inigualable,
que hace al espacio-tiempo mover
origen de lo más puro,
que la vida hace resplandecer.
Te amo mi compañera eterna,
por nuestro junto caminar,
por el anhelo de nuestras almas
de poder al mundo sanar.