Quizá ebrio sea mejor
sin fijar bien la mirada
sin hacerle caso al mundo
en el arrullo del alba,
donde no existen problemas
donde es maleta mi espalda,
donde el mar se hace pequeño
entre nieblas y guitarras.
Serenamente tranquilo
no me preocupa nada
no me importan los pecados
ni la punta de mi espada,
mientras vea bien la luna
con su halo de fría plata,
reflejada sobre espejos
en las sábanas del agua.
Puedo acariciar los cielos
y cabalgar la alborada
en algún instante mágico
mientras pienso en tu mirada.
Bajo mi cortina de humo
donde es mente quien se instala,
la vida, tan solo es vida
y en los sueños no hay palabras,
son realidad a medias
cantares sin son, ni palmas.
Quizá ebrio se está mejor
cuando el presente es estaca,
cuando no ves luz, ni mundo
solo pesares y zarzas.
En mi laberinto oscuro
no hay tormentas de resaca,
hay dientes de mis apegos
que sin ellos no soy nada,
son hadas del corazón
sangre de nuestras entrañas,
estrellas de noche y día
que regalan esperanza.
En copa de barro bebo
para olvidar lo que pasa,
en copa de barro siento
que es tu voz, la voz que me habla
y como el barro yo vivo
moldeándome en el agua.