1) El silencio que siento al verdadero mérito,
si ese mérito viene de un lugar inhóspito,
de una persona que no es del cubículo,
de una persona que no está bendecido por el sanedrín maldito.
2) La exclusa del miedo al retroceso,
a la perdida del puesto de trabajo,
al continuo y perpetuo confinamiento,
al exilio del poder ilegítimamente establecido.
3) El escapismo de la estandarización,
de la normalización de la progresiva digitalización,
que al final lleva al estudio de la computación,
hay un nuevo tipo de analfabetismo por anulación.
4) La utopía, del puesto perfecto,
un trabajo con un buen salario y horario,
a mayor salario menor posibilidad de equilibrio,
el tiempo se va volviendo esclavo y un tesoro.
5) El refugio en ti mismo ante todo,
es tan precioso el estar tranquilo,
el ser con alguien tu mismo, a veces niño,
no alguien perfecto para la vitrina de un escapulario.
6) El recuerdo de ya mis amigos perdidos,
entre los que incluyó a mis pobres perritos,
seres donde encontraba y era refugio,
es lo malo de ser adulto y veterano.