Mi muerte ya no se duda
Quisiera contar al mundo
la pena que a mí me ahoga
debo de contarlo ahora
o mi corazón circundo.
Trato me pidió un tal Pablo
diciendo que le ayudara
y por más que yo dudara
nunca supe que era el diablo.
Me presentó a su mujer
bellísima damisela
fémina de gran escuela
que me robó mi querer.
Y viéndome acorralado
de su consorte vampiro
cuando quise darme el piro
Belcebú había ganado.
Errante voy por la vida
preso de su voluntad
haciendo al mundo maldad
sin encontrar la salida.
Ese maligno demonio
me arrastra hacia tal hoguera
infierno pequeño fuera
al lado, doy testimonio.
A gritos pido mi ayuda
la suplico por favor
hice muy mala labor
mi muerte ya no se duda.