Mis besos arden.
Mis besos aman.
Mis besos enardecen....
Mis besos muerden suavidad
-trémulos labios-.
Jadean las bocas encabritadas
pasión de besos,
calladamente ardientes.
Mis besos que matan de placer
-cuán delicados-
tu boca, sedienta de besos.
Besos de madrugada,
al alba,
suavizando tus pechos
en saquitos de seda
y encaje.
Besos que rozan
la seda de tus muslos
-abiero el Paraíso-.
Besos dejando el néctar
entre tus labios,
cada noche esparciendo
de rosas pétalos
sobre tu lecho
entrando...
-puertas abiertas
de Edén frondoso-.
(Salvador)