En el delicado crepúsculo acaricie tu rostro
Mirando el cielo oscurecer, me convertí en noche
Para cubrir tu cuerpo y deletrear tu nombre
Como caricia de ola en la playa ingenua
Como estrella resplandeciente en la mar inmensa
Con mis manos cansadas recorrí tu piel
Hasta deshojar las flores de tu vientre crédulo
Te convertí en día, en mañana clara de azul celeste
En intensa hoguera y manantial diáfano
En el sublime sueño te transforme en arroyo
Navegue en tu cuerpo hasta alcanzar el lago
Reposando mi pupila en tu seda nítida
Hasta convertirme en ángel y entregar mi vida
Con mi boca tímida pronuncie la historia
De un amor que nace como día susurrante
Con un viento fresco y un olor a entrega
Para besar tu espalda y sucumbir en ella