Le abrió el corazón la niña
a quien con suaves palabras
bajo la luz de una estrella
le fue acariciando el alma.
En sus ojos de inocencia
con destellos del amor
pinto él paisajes de ensueños
con mil jardines en flor.
Un niño acuna en sus brazos
como fruto de ese amor
que hoy es sueño distante
de esa marchita ilusión.