Como el magdalena, contenido en muros,
desbordado se ancha el mar de las tristezas,
arrebatando la esperanza de las mesas,
en las que Colombia ha puesto sus apuros.
Ahogados van los sueños colombianos
hacia el fondo de ese mar de las tristezas
en el que se agitan sobre sus espesas
mermeladas, “políticos” tiranos.
Vasto territorio en manos asesinas,
un velero de almas ciegas es tu gente,
y un huracanado mal tus dirigentes,
sobre un rio de sangre campesina.
Matan campesinos los tiranos,
y en la dimensión eterna del olvido
suspenden sus delitos cometidos
e ignoran los suspiros colombianos.
vidas que en el sueño de un fugaz
anhelo de expresar “no más al mal”,
murieron tras el sueño del vital
deseo de querer vivir en paz”
adolescencia, dueles como duelen
las perplejidades que entre sí,
los mefistofélicos impelen,
malintencionados contra ti.
adoleces ardua porque por saber
que quienes proyectan la injusticia,
no resuelven ver que es menester
para nuestros pueblos la justicia.
La nación indígena en su duelo,
a encumbrar su voz y sus palabras,
van, y a por sus sueños, más macabras
son sus pesadillas y desvelos.
Son sus pesadillas sus gobiernos,
y los gobernados son sus sueños,
sueños condenados como leños,
tristes ante el fuego de este infierno.
Duele el corazón, duele la vida,
duelen con fatal frivolidad,
duele como duelen las mentiras,
duele la verdad de esta verdad.
Y sin más y más, en pos de gesta
van a por sus sueños como hermanos,
todos los del pueblo americano,
en universal protesta.
Como el magdalena contenido y furo
desbordadas se anchan rebeliones,
américa del sur y sus naciones,
colombia mi nación contra sus muros.
Chavarro.C