Me despierto, te pienso, me acuesto te pienso, respiro te pienso, se me ha vuelto la costumbre más monotona no poder sacarte de mis pensamientos...
Sin siquiera intentarlo, sin siquiera proponermelo, estas ahí, clavada, cada segundo. lo más absurdo es que nisiquiera te pienso mal, o bien, simplemente te pienso, supongo que es la estrategia de mi corazón para no soltarte, aún cuando hoy quiero hacerlo, aún cuando mis anhelos ya no están contigo, recordarte es mi estrategia de no morir en el intento de mis adentros sacarte.
Los días avazan con un ritmo atípico, a veces las horas se vuelven eternas y otras veces fugaces, y sin importar el transcurso del día, las risas, las distracciones, el estrés, sin importar nada las noches son todas iguales, estoy yo, esta mi cuarto, esta ese frío que me congela las entrañas, esta tu recuerdo que me lastima el alma y que intenta romper cada esquina de mi ser, en su intento de salir de esta cárcel, de este hueco, de todo lo que hoy me condena...
Te pienso y nisiquiera quiero hacerlo, te pienso como costumbre, como necesidad, tu recuerdo es como el aire para mis pulmones, como la sangre para mi corazón,te pienso involuntariamente, te pienso como estrategia para poder seguir viva.