La quietud de mi sombra me tortura,
la resiliencia de este virus me acongoja,
la flema de mi parsimonia me ausculta,
la tristeza de esta era me rodea.
Soy de esos, de los pocos , que cree en pequeñas victorias,
me asustan las trifulcas, los triunfos absolutos, las guerras,
muchas veces nos llaman débiles de carácter, pusilánimes, quizás,
pero aguantamos en las malas y las enmarañadas.
La quietud de mi sombra me tortura,
porque yo no he nacido para hacer nada,
para deambular la parsimonia de la miseria,
más bien soy el topillo que cuando puede siempre se escapa.
La quietud de mi sombra me tortura,
son tiempos de paciencia, flema y distancia,
de escucha de los llantos de la mayoría,
la economía no mejora, se ralentiza.
Seguir construyendo pequeñas y variopintas bases,
refugios donde ocultar mi mirada de tristeza,
la semblanza debe ser tranquila y serena,
en el túnel estamos creo más cerca de la lejanía.🤔