Ben-.

Cipreses-.

Del olor a cipreses

conservo buena memoria

reservando en mi espíritu

un cajón lleno de lavanda

y flores secas aunque puras.

Del olor a ciprés, erguido,

y frente al cielo, símbolo

de tierra y viento, guardaré

yo siempre un eterno recuerdo

de mi adolescencia y de mi infancia.

Pálido calvario, subido en lo alto

de un monte pequeño, tres cruces

minúsculas todavía lo demarcan.

Hago yo cierto sigilo, cuando paso

cabizbajo, entre los olivos

del sacro huerto recreado.

©