Alejandro

Solamente en ocasiones

La tinta se coagula

en mis arterias

y mis manos inĂștiles

tratan de escribir tu nombre

para fluir por los renglones.


Miro el cielo

pensando en no pensar

en ser viento y dejarme llevar,

ser incienzo o ceniza

y esparcirme por el campo

para polinizar tus huellas.


Juego a ser nadie

diciendo la verdad

mientras me escucha

una bocina que marca

la hora del destierro universal.


Nado entre puntos,

de remos las cicatrices,

en un mar turbio

de sonidos profundos

que deshojan corazones.


Mi navaja suiza extraditada

ya no rasga tu falda,

la distancia atemporal

me descoce la luz

de luna silvestre.


Y las hojas se congelan

esperando tu mirada

y el cigarro que fumo

se desangra entre mis caladas.