De todo el poder que he sido:
y de los infinitos poderes universales,
voy en camino hacia el olvido
dejando mis conocimientos ancestrales.
Hacia el amor y los poderes de la vida
todo el amor de la magia a veces,
me parece una flor con espina
del jardín donde todas ellas florecen.
Y todo la virtud de su fragancia,
de todo el poder que he sido,
soy como un rey ilusionado
con corona de haber tenido.
Dónde he puesto los pies, y he fingido
ser otro, aunque así no lo es...
he pasado periodo de reencarnación
recordando a mi otro ser.
Y mi reino ante la dura piedra,
del príncipe que he sabido llevar,
de todo el poder que he sido
bajo mi corona, yo si he sabido amar.
La dulce flor de la metáfora,
dónde yo soy el admirador,
no busco por la vida corona
dónde quiera que vaya, yo soy el emperador.
De todo el poder que he sido:
que inmortalizó en música los poemas,
imaginariamente con los astros
la razón contra el cielo, que golpea.
Ni el anillo, ni la corona
ni ese ligero rastro de por vida,
podrán sustentar mi realidad
ni en mi página perdida.