Oh sí mirad, existe un
gran horizonte, pero
las piernas arden y el fluido
destaca por sus patas delgadas.
En los calendarios y en las pataletas
insufribles, creen todavía nuestros
progresistas padres, inservibles
como un montón de cenizas o juguetes
en un vertedero.
Oh sí sufrid mi mentidero de anarquías,
las gloriosas premeditaciones de los días
azules. Mientras en los predios y en los pedestales,
crujen las salivas de los arquitrabes
fusibles. Oh sí mirad, hermosos diablos
compungidos por la latitud de un miembro
inmóvil. ©