Desnuda se pasea por la mente
exenta de pecados y defectos,
conoce los lenguajes y dialectos
de todo lo pasado y lo presente.
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El cielo azul celeste, omnipotente,
la mira y la acompaña en sus trayectos,
y Eolo, Dios de dioses imperfectos,
la besa y la acaricia suavemente .
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En todos los rincones donde habita
florecen los destellos y el buqué
de todas las estrellas que transita
.
La quiero, la he querido y la querré
quizá la causa sea que Afrodita
enciende la pasión de quién la ve.
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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.