¡Dejadme! Por caridad..
Dejadme que libre
pueda volar..
Dejadme, dejadme
que pueda con mis males
acercarme a la libertad.
Dejadme con mi fantasía,
con mi mar de dudas,
con mis ansias,
con mi puta locura..
Dejadme que poco a poco,
estoy pagando mi deuda.
Tal vez cara, profunda,
pero nunca olvidada
por el que presta.
Dejadme con mi castigo,
dejadme que se acorte
el camino y si sangran
mis pies.. ¡Eso es cosa mía!
Quiero estar con esta
puta oquedad, quiero
seguir maldiciéndola
un poco más..
¡Oh soledad!
tampoco te debo tanto..
Dejadme, que yo me apaño,
yo juntaré los cachos,
yo recompondré los daños..
Huelo la policromía
de su perfume y...
huele tal vez a rancio,
no soy flor para su jardín.
Quizá flor horrenda sea, sí,
pero no quiero mi perfume allí.
Dejadme que por un tiempo,
enmudezca mi súplica,
que apague mi voz
y por dignidad...
por dignidad calle.
¡Dejadme por Dios...!