Alfredo Saez

-¡Dadme, Poesía, dadme!-

 

 

Dadme Poesía,

Para asumir bellezas,

Todo máximo valor

En este orbe de tristezas.

 

Dadme el Canto heroico

Del apacible valiente

Que en la visceral Victoria,

Es el coraje más clemente.

 

Vengan pronto a mí

Tus lúcidas censuras,

Las líricas formales

Y  los excesos de ternuras.

 

Quiero tus lágrimas

Si ellas humidifican

Heridas y cicatrices

Del  aleatorio transcurrir.

 

Concédeme sonrisas,

Elixires hedónicos,

Trampolines del alma

A nuevos mundos escénicos.

 

Sigue, Poesía, nutriendo,

 Entre marismas y desdeños,

Aun en la hierática soledad,

El  contra exilio de los sueños.

 

Crece virginal y aumenta

Tu reservorio cantón de plumíferos

Muy armados a tinta azul o con bytes,

Donante caridad de luminosos anhelos.

 

Vé y agita desde tus genes solidarios

-Danzarines de inspiraciones añejas-

  Ese cofre musical de sonidos sumatorios,

Devoto de rimas, canto libre y candilejas.

 

Dadme querida, pródiga Poesía, dadme

Lo que anémico en humildad te pido:

Mínima incursión en floridos almácigos.

¡Y libérame  hoy del trunco verso prohibido!