Un frío atardecer
quise escribirte unos versos,
versos que te penetren el alma...
cuando en soledad, puedas leerlos.
No encontré las palabras
para hilvanar una estrofa,
no pude encerrar en ella
el dulce canto de un ave...
ni la ternura que cubre
a una rosa enamorada.
No pude conjugar siquiera
una mágica ilusión,
tampoco plasmar en ellas
una lágrima de amor.
Borré mil veces, mis versos...
No pude darles, un final,
al final quizas lo encuentres,
en una ola de mar
o dibujado en el viento...
o en algun bello cantar.
Maria Inés Pascuccio