Jorge Horacio Richino

TIEMPO DE CARROÑA

 

De que sirve a mis años ser poeta

como pájaro viejo en triste canto,

si mi voz desgastada hoy es un llanto

y la musa, molesta, ya me reta.

 

Para cuervos soy carne sin receta

la cual no tiene sabor a curanto;

la lechuza con su grito de espanto

muy curiosa se mete en mi maleta.

 

Se ha de venir conmigo al camposanto

en un viaje febril y misterioso,

por ser testigo de mi faz de espanto.

 

Mi alma, mis sueños, y mi cuerpo ocioso

en algún verso dejarán quebranto,

y un sonar de campanas será odioso.

 

 

Jorge Horacio Richino

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