Respiro luego existo
Mi cabeza me preocupa
Ya que a veces pongo todo en duda
Al no saber en dónde estoy
No me doy cuenta a la hora de buscar solución
a esta cuestión que me intranquiliza
¿Cuál es mi elemento?
¿En qué dimensión me encuentro?
Estoy adentro o estoy afuera
Creo que todo es una mentira
Que me lleva a mezclar
Lo que seriamente pienso
Y si no lo hago corro el riesgo
de perder el camino
Que creo haber elegido
Imagino un sendero, quizás un puente que me conecte
pero puede ser una riada que es más fácil para remar
Pero elijo mejor bucear así no camino porque
el peligro es no poder respirar
fuera del agua cuando confundido
aguanto la respiración en la superficie que insiste
en enseñarme sin involucrarme ¿cómo se hace?
abrir y cerrar, cerrar y abrir, pero ¿dónde?
Dejé mis zapatos al costado, pero me llevé
mi sombrero creyendo que abajo el sol
Me buscaría ya que cuando miro hacia arriba
Solo distingo un cian azulado en una húmeda frescura
Quiero nadar y no caminar, es más fácil
flotar en la arena que se mete por mi nariz
Cuando siguiendo el agua me retiro con la baja mar
No soy el único que busca el artificio
de respirar bajo el agua porque así
es más fácil buscar lo que no encuentro arriba
que si no está arriba seguro debe estar abajo
pero es el cielo que está arriba o el mar y el cielo abajo?
Averiguarlo puede ser una desilusión
Y los que me llaman deben responder esta inquietud
No veo sirenas… entonces ¿quién hermosamente
me canta y enloquece mis sentidos?
Oigo busco, pero no veo nada por arriba
Pero como doy tantas vueltas las burbujas
no me avisan que se van, cosquillean mis orejas
y se me arrugan los dedos por querer agarrar el agua
que como el viento abraza mi cuerpo
Entonces a quién escuchar cuando mi cabeza
está fuera del encantamiento que mi sentir provoca
si al pájaro con escamas o la sirena alada
Pero es ahora que oteando distingo bien a quien
Me hipnotiza en este largo letargo
De querer ver más allá de la boca que me besa
como lo hace el horizonte con el mar que sin darnos cuenta
amablemente nos traga y nos llama insistentemente
como lo hizo con Alfonsina
en la solitaria madrugada que fue igual
a esta mañana que ahora hago mía
cuando batiendo alas alegremente me zambullo
en mi mundo que para otros… es raro