En este bello loto o flor de la virtud,
que unos llaman Anahata o corazón;
se alojan amor, la piedad y la Ingratitud.
No se puede pedir al corazón, una razón.
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Aún sintiendo en éste, la agria orfandad,
se le cantan bellas estrofas a la tristeza.
Además, se alude al dolor y a la maldad.
Se ha de confiar en sus pálpitos y fiereza.
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Él perfuma el altar, donde reside la piedad.
El centro del pecho, es su celeste morada.
En bello trono yace la maldad y la bondad.
También, asume su despertar, la alborada.
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De cada sentir entristecido lágrimas brotan
y la alegría que se aloja en su casa trae gozo.
Las almas puras y alegres, al dolor derrotan.
Ama con pasión y muestra un corazón fogoso.
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¡Él asume con valor la soledad y todo tu dolor,
Él cuida con tesón, eso que llaman ternura y amor!