La caricia despidió su magia…
como un hechizo,
recorrió los contornos…de su ser enmudecido,
y su gracia disipada se expandió…
y sin dudar la rodeé con mis deseos.
El pretexto fue ese roce delicado…
que sin pensar alboroto las emociones…de los dos.
Transformó mi frenesí en llamarada…
al sentir arder su piel.
Fue un hecho inusual…indescriptible,
que en un instante traspasó sin respirar…
la frontera más allá de lo sensato.
Desafió la discreción…
la vi entregar su voluntad… con un gesto apasionado,
y vi en su rostro su mirada complacida…
y mi mente fantasiosa…acalorada
fue testigo… de su cordura derrotada…
sobre el lienzo de claveles perfumados.
Contemplé su placidez por un segundo…
y percibí que no podía resistirse.
Su silueta exaltada… insistía en provocarme,
y mis manos impacientes…
alocadas deseaban cortejarla
deliraban resbalarse en su universo,
anhelaban recorrerla dócilmente…
y viajar por sus regiones temblorosas.
Le pedí que me incluyera en su desliz,
le rogué hacerme parte del periplo,
y supliqué incluirme en sus excesos.
Me atreví a seducirla dulcemente,
y se mostró en su esplendor embelesada,
se rindió,
se dejó vencer de mis elogios,
se sometió a un madrigal de dulces besos.
Así fue…
nos dejamos desbordar de ese momento de arrebatos…
que pervirtió mi sensatez…
con la infiel impresión de su pasión,
destilando su adicción con suavidad…
por el circuito intrigante de sus formas tentadoras,
y nos fundimos…sin poderlo evitar.
Ahí quedamos derretidos de placer,
yo agotado contemplando sobre el lecho…
esa imagen sosegada de delicia…
entre apagones y chispazos …
enredada en luz y sombra,
antojado de volver a comenzar…una vez más.
Reconozco que no pude controlar esta ansiedad,
fue un torrente de delirios…al sentir su excitación,
se excedió mi fantasía …con sus encantos de mujer.
No pudimos contener el sentimiento,
ese deseo impulsivo que rasgaba la adicción.
Te busqué,
te seguí,
te encontré…
y te amé hasta el ensueño…sin control,
y paso lo que paso…lo que tenía que pasar…y se acabó.
Y ese amor…precipitado…con las ganas impetuosas,
se ha quedado de repente en el suspenso,
sometido al abandono…sin motivo…ni razón…
sin mediar explicación.
Se quedó así…interrumpido…inactivo…
esperando que se vuelva a repetir.