Pobre gorrión desplumado,
Aletea desde muy lejos,
Por eso pan y agua dejo,
Anhelando sólo un canto viejo.
Vuela a mí en verano,
Al verse falto de alimento,
Y me ofrece un trasto o canto vasto,
Que me rompe en sentimiento.
Pero pobre de mí en otoño,
Cuando no vive tan sediento,
Cuando las migajas se han acabado,
Como su canto con el tiempo.
Pobre de ambos en invierno,
Cuando enflaco y quedo seco,
Cuando en mi jardín está su canto,
Y con migajas no contesto.