Mi niña fuerte, libre y valiente,
cuya luz me ilumina al caminar,
me mira expectante y callada,
su sonrisa es dulce y cálida,
sus abrazos curan mis miedos,
su ternura es roca de mi alma
y escalera que sube al cielo.
Mi niña fuerte, libre y valiente
va caminando contra el viento,
no se atreve a romper la calma,
guarda dentro grandes palabras,
teme romper el hechizo si habla
oculta, silente, tras su sonrisa pálida,
así la ve aquel que es suyo y la ama.