Hoy me permití un largo paseo
entre los bastidores del escenario
de mis manos,allí andaba yo
embelesado
a la sombra de sus arrugas y
protegido por el viento,
recorriendo lentamente cada
recoveco, que misteriosas son las
visicitudes a las que esta vida
nos lleva,
incluso me bañe con el agua
corriente de mi propio sudor,
pude observar lo pequeño que era
mi mundo,
allí
indolente seguía
con mis dicotomias
bajo el influjo de la luna, borrando
mis sombras,tan perpetuas,
tan inertes,
un mundo de sin razones
todas absorbidas en las vertientes
más complejas
mis manos se ofrecían a mi
cuerpo y sugerían visicitudes
extremas
que enano soy visto dentro de mis
manos
hasta los niños de la calle
pasan hambre y cuando logro
recordarlo
viajo nuevamente hasta el infinito
mundo diminuto de mis manos
para cerciorarme de los desastres
que corrompen la humanidad.