Cómo buscaba en tí el amor,
la alegría, y paz que en tí quería
tener; como era tan linda, ni siquiera me dejaba hablarte, peor
acercarme a vos, yo como me
lamentaba al ver tu frialdad; cómo
me lo decía, hoy que se te acabó
el encantó, pasas por mi vera, a
brindarme una sonrisa. Yo desde
mi balcón te devuelvo lo mismo,
porque mi casita, aunque pobre,
luce hermosa bien pintadita , y a
su alrededores, un jardín de vivos
colores. Si tú estuvieras aquí, fueras
la reina de esta hermosa casita, pero
como ya no tiene el encanto, ni tú amor
lo quiero, mejor solo, que vivo felíz
sin tú compañía.